Cuando nos referimos a los espacios comunes de un vecindario siempre pensamos en las zonas del ascensor, el portal, los cuartos de contadores o el sistema de riego si la comunidad vecinal cuenta con jardines. También es importante las puertas de entrada y salida del edificio, ya sea la principal, las secundarias o las de, por ejemplo, el garaje.

En la actualidad, muchas zonas residenciales ya tienen a ser domóticas, es decir, podemos accionar mecanismos mediante controles remotos, programar actividades o hacer que sucedan cosas mediante el teléfono móvil. Bien es cierto que no en todos los lugares es tan avanzada la tecnología y no se alcanza tan alto grado de implantación.

En relación a las puertas automáticas siempre se habla de que es importante por razones de seguridad. Y es verdad que este tipo de sistemas garantiza que nuestras viviendas estén a salvo de intrusiones indeseadas. Accesorios como las fotocélulas, los sensores de seguridad o los sistemas de control de acceso son implantados en muchos vecindarios para estar seguros cuando los propietarios están fuera de casa trabajando o se toman unas semanas de vacaciones.

Puertas automáticas para portales

Pero también hay elementos asociados a las puertas automáticas que logran hacer la vida más fácil a los inquilinos de las comunidades vecinales. Por ejemplo, los controles de accionamiento; un sistema que estamos acostumbrados a verlos en oficinas, centros comerciales o restaurantes, y que son también muy cómodos en accesos de complejos residenciales.

A ello podemos incorporar los pulsadores, ya sea de mano o de codo. Habitualmente los usamos para encender las luces en pasillos de zonas comunes en la escalera. Incorporarlos para abrir las puertas es una idea muy buena y se facilita el tránsito de personas.

Y un accesorio muy recomendable para fincas donde hay varios edificios pertenecientes a una mancomunidad de vecinos o una comunidad es el control de entradas y salidas, ya que mediante sistemas informáticos se tiene bajo control todos los accesos y puertas. Sin duda una comodidad para las comunidades vecinales de un siglo XXI cien por cien tecnológico.

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